miércoles, enero 18, 2006

Planteando el Debate Energético (I)

Gracias a Mill por sus magnificos comentarios en Crisis Energética.

1.-Back to the 70´s

Los que hemos pasado buena parte de los noventa leyendo ciencia-ficción de los setenta estamos acostumbrados a las predicciones energéticas apocalípticas. Aunque hubo otras, la obra cumbre de la literatura de la escasez de los recursos fue “Todos sobre Zanzíbar”, que describía un panorama global de escasez energética y sobrepoblación, en un mundo donde los Estados Unidos se había convertido en una potencia de segunda, carcomido por la decadencia económica y un conflicto racial armado.

En aquellos tiempos, mientras el Rey Fath se preparaba para gobernar a los creyentes en el “Studio 54” de Nueva York y Jimmy Carter nos volvía a prometer “Peace for our time” con los iraníes, el MIT publicaba el famoso informe sobre los “limites del crecimiento”, que afirmaba que el gran banquete de los recursos se estaba acabando, y que en nuestra función de producción Cobb-Douglas había que incluir, aparte del trabajo y del capital, el factor “tierra” que desde los viejos tiempos de David Ricardo nadie se había tomado como un serio limitador del crecimiento.

Bien, los noventa fueron la era del Nasdaq y la “Nueva Economía”, y el petróleo cayó por debajo de los diez dólares por barril. Pero no nos dejemos llevar por la nostalgia: “our best times are to come”.

2.-Coyuntura energética

Desde un punto de vista económico, el suceso más importante de los últimos treinta años ha sido el despegue en Asia. Nadie debe creer que el actual terremoto económico es un suceso aislado o reciente. Como en todo proceso de crecimiento podemos identificar múltiples causas, pero si yo tuviese que escoger algunas, me refería a la mejora de la productividad agrícola que siguió a la Revolución Verde, la fuerte acumulación de capital humano en la región, resultado de la cultura local y la estabilidad política de que se ha disfrutado en el área desde el pacto sino-americano (y anti-soviético) que siguió a la visita de Kissinger a China, y que empezó a repercutir en la economía a partir de la presidencia de Deng Xiaoping.

Desde mediados de los 90, el nenúfar del crecimiento en Asia ha empezado a ser claramente visible en el resto del mundo, y China se esta convirtiendo en una potencia económica regional, capaz de ofrecer enormes cantidades de mano de obra barata. Las consecuencias de esta entrada masiva de trabajo en los mercados mundiales son claras: los salarios se han depreciado respecto del capital y los recursos (y la mano de obra no cualificada se ha depreciado respecto de la cualificada: Ver artículo de K.Rogoff). En términos de bienestar, sin embargo, no se puede negar el efecto neto positivo: millones de trabajadores asiáticos han pasado de la abyecta miseria cuasi-maltusiana a la mera explotación capitalista. Es decir, han mejorado enormemente su nivel de vida. Como siempre, los flujos migratorios indican el gradiente del bienestar, y el mayor éxodo rural de la historia acaba de empezar en China y más suavemente en India.

En términos energéticos, la industria china es extremadamente ineficiente. Es normal que así sea, porque puede compensar el despilfarro de combustible con el bajo precio de la mano de obra, y aún así permanecer competitiva. El crecimiento en China, ha sido, por tanto muy intensivo en consumo de energía (en barriles/PIB). Pero de momento, el alza del precio del petróleo ha tenido un efecto limitado en la economía occidental. La inflación no se ha disparado, y 2005 ha sido el año de mayor crecimiento mundial que se ha registrado nunca.

En la medida en que China, aparte de un consumidor de petróleo es un productor de bienes y servicios baratos, el efecto neto de China en la economía mundial esta siendo claramente positivo. Es verdad que la gasolina es más cara, pero puedes comprar un DVD por 30 dólares en WalMart.

¿Por qué la economía mundial ha reaccionado de forma diferente en 2004 que en 1973 al aumento del precio del petróleo? Porque en 2003 no ha habido ninguna crisis del petróleo. En 1973 hubo una caída de la producción: es decir hubo una caída de la oferta: los aumentos del precio en 2003 se han debido exclusivamente a la fuerte demanda. Basta cruzar un par de curvas, para entender que como la demanda de petróleo esta dirigida por el crecimiento económico la subida del precio se ha limitado a ralentizar el crecimiento: nunca a invertirlo. No puede ser que un aumento de la demanda agregada produzca una reducción del PIB (por definición!!). De hecho, cabe destacar que un efecto positivo del aumento del precio del petróleo es aumentar las presiones hacia la eficiencia, que en China significará que algunas técnicas de producción (o empresas) muy despilfarradoras saldrán del mercado, y en Estados Unidos, significa que la popularidad de los todo-terrenos esta remitiendo.

3.-Pico del petróleo: tierra vs. capital

¿Y a largo plazo? No existe acuerdo sobre la velocidad de agotamiento del petróleo. Existen dos escuelas de pensamiento radicalmente opuestas: la escuela del “capital” y la escuela de la “tierra”. La “escuela del capital” afirma que la oferta de petróleo a nivel mundial es perfectamente elástica y responde a la cantidad de recursos invertidos en la producción. O dicho de otra forma, la elasticidad de la producción al precio es muy alta. A favor de este punto de vista, hay que citar la abundancia de petróleo no convencional y el hecho de que amplias zonas de Asia Central no han sido convenientemente explotadas. Ni los océanos. Sin embargo las técnicas de extracción de este petróleo no convencional van desde la disponibilidad a 18$ barril (y por tanto el petróleo bismutoso canadiense empieza a aparecer en las listas de reservas probadas), hasta la ciencia ficción.

La “escuela de la tierra” considera que el determinante principal de la producción energética a nivel mundial es la escasez física del recurso. La formulación moderna de la escuela de la escasez física se la debemos a Hubbert, un geofísico que en 1956 predijo que el pico de la producción de petróleo en Estados Unidos se alcanzaría en 1970. La predicción fue un éxito, y desde entonces se ha intentado usar su metodología a nivel mundial, con una serie de rotundos fracasos.

¿Por qué fue capaz Hubbert de predecir el pico USA y han fracasado sus sucesores con el pico mundial? Bien, como en todo ejercicio de simulación, la validez de los resultados depende de que se verifiquen las hipótesis de partida. La primera hipótesis que se verificaba para los USA es la de amplia exploración geofísica: en 1956 el territorio de los Estados Unidos había sido peinado casi en su totalidad: sin embargo todavía existen áreas relativamente poco exploradas en el mundo. Por otra parte el modelo de Hubbert suponía una demanda constante de petróleo: es decir los mecanismos de incentivo al ahorro y las operaciones especulativas que garantizan la suavidad del consumo no debían activarse. Esto ha ocurrido así porque los Estados Unidos son una fracción de la producción mundial y por tanto la escasez de petróleo americano no ha afectado apenas al precio. Es decir, los Estados Unidos no son un sistema aislado para el consumo de petróleo sino una “pequeña economía abierta”.

Dicho de otra forma, usar la metodología de Hubbert para analizar la escasez global de petróleo es contradictorio porque una de las hipótesis hundidas de la curva de Hubbert es precisamente la abundancia (mundial) de petróleo.

Muchos de los Hubberistas, por supuesto, citan la inelasticidad de la demanda de petróleo a corto plazo como una prueba de la avidez de la economía mundial por la energía. La elasticidad de la demanda de petróleo a corto y largo plazo es radicalmente distinta. La elasticidad a corto plazo esta determinada por la estructura del capital fijo de la economía. Pero si los precios son sostenidamente altos, eso afecta a las decisiones de renovación del capital. Cuando el precio de la energía es alto los consumidores y empresarios invierten en maquinaria más eficiente y técnicas de producción menos energeticamente intensivas. Eso hace que la elasticidad de largo plazo del consumo de energía sea mucho mas alta que a corto plazo. (Basta comparar el consumo los automóviles japoneses y europeos con los americanos: la diferencia se debe a los altos impuestos de la gasolina en Europa y Japón).

En conjunto las estimaciones del pico son un área de la ciencia altamente emocional y sometida a fuertes intereses. Basta ver el rango de las predicciones (ver gráfico) para darse cuenta de que NADIE esta haciendo ciencia en este tema. De entre el juego de predicciones que aparece ahí, la más visualmente creíble (y la más consistente con las tendencias de los precios) es la de BP, que afirma que se puede predecir un pico de producción de petróleo entre 2015 y 2020. Es una predicción alarmante, pero no catastrófica.

4.-Del pico del petróleo al pico fósil combinado

Sin embargo la energía fósil incluye aparte del petróleo, el gas natural y el carbón. Dejaré el carbón de lado por un momento y me voy a centrar en el gas natural. El gas ha sido la sorpresa de los últimos veinte años. Por un largo tiempo, se le había considerado un subproducto de la producción de petróleo, pero desde hace veinte años, se han hecho múltiples descubrimientos de pozos de gas autónomos. Hoy en día las reservas probadas en Rusia se han demostrado enormes (haciendo buena la frase de Putin: “Rusia guarda los recursos energéticos del mundo cristiano”). Y la explotación del gas natural siberiano todavía esta lejos de su pico de descubrimiento de reservas. Mucho más lejos se encuentra el pico de producción. Nadie sabe cuanto gas hay en Rusia y mucho menos a nivel mundial. La hipótesis de “buena exploración geofísica” que subyace a la curva de Hubbert se cumple aún menos en el caso del gas natural.

En términos absolutos plantearse una curva del gas que alcance su pico antes de 2035 parece un tanto excesivo. No solo los geólogos opinan que las reservas de gas son muy grandes: además los mercados y las empresas han apostado fuerte por la economía del gas: es razonable pensar que saben lo que hacen. En todo caso, las estimaciones de la curva de Hubbert del gas están todavía en sus comienzos. Pero lo que es cierto es que conforme nos movemos hacía una economía del gas-petróleo, las curvas de Hubbert del petróleo son cada vez más incompletas.

Es necesario construir una curva de Hubbert gas-petróleo para poder responder a la cuestión del pico fósil mundial. El primer problema que se presenta a la hora de construir la curva combinada es elegir las unidades que deben aparecer el eje Y. En el caso del petróleo estaba claro que el número de barriles era una unidad razonable, pero en el caso del pico combinado las unidades más naturales serían de energía (Giga Julios o BTUs). En todo caso, para construir esa curva combinada es esencial haber estudiado cuidadosamente la cuestión del grado de sustitutibilidad gas-petróleo. Por ejemplo: a la tecnología de los automóviles híbridos de gasolina, hay que sumarle los automóviles de gas natural. Y ese grado de sustitutibilidad depende fuertemente del precio relativo de ambas materias.

Sin un modelo de sustitutibilidad de largo plazo entre gas y petróleo no se puede construir una curva combinada. Una vez se tiene ese modelo, esa curva combinada es la relevante para medir la problemática energética mundial.

Por supuesto, toda la problemática de la crisis energética depende fuertemente de la creencia en el calentamiento global de la Tierra. Porque hay un acuerdo prácticamente unánime en que las reservas de carbón son casi ilimitadas. El carbón se puede usar no solo para la generación eléctrica, sino que existen procesos de síntesis de petróleo a partir de licuefacción carbonífera capaces de proveer petróleo sintético (y con balance energético positivo). El motivo de que el petróleo de síntesis nunca se haya usado masivamente es que el petróleo natural es más barato (es normal que así sea; al fin y cabo es un producto parecido, y que existe directamente en la naturaleza). Contando con el carbón no existe la crisis energética (aunque quiza se pueda hablar del fin de la energía barata), ya que el pico combinado gas-petróleo-carbón no se alcanzaría hasta más allá de 2100.

5.- La opción nuclear: por el lado de los costes de instalación, operación y desmantelamiento

Pongámonos en el peor de los escenarios: el pico combinado (gas-petróleo) se alcanza en 2030, y a partir de ahí, la cuesta abajo. Supongamos también que en ese punto hay un acuerdo suficiente sobre el protocolo de Kyoto, y la opción carbón tiene que ser descartada.

Sigue quedando la energía nuclear como fuente primaria de producción y el hidrógeno como vector para el transporte (bueno, incluso esto es dudoso: ya hay buenos prototipos de automóviles eléctricos. Una economía nuclear-eléctrica es en mi opinión más plausible que la nuclear-hidrógeno). Tampoco hay que descartar que las reservas de petróleo bismutoso que sean energéticamente inviables se exploten gracias a la energía nuclear (nuclear-petróleo) o que se extraiga petróleo sintético a partir del carbón con la energía nuclear alimentando las operaciones.

Empecemos con el caso de los Estados Unidos. Utilizando estos datos de 1999 (pero he comprobado la robustez de los resultados con datos de la IEA), se ve que toda la energía del gas y el petróleo de los Estados Unidos es energéticamente equivalente a unas 1.437 millones de toneladas de petróleo, mientras que las 100 centrales nucleares americanas producen el equivalente a 197 millones de toneladas de petróleo. Por tanto, suponiendo sustitutibilidad perfecta, resulta que para compensar la desaparición del gas y el petróleo en los Estados Unidos se necesitarían unas 700 centrales nucleares. Vamos a poner 900, para cubrir crecimientos de la demanda y la sustitución imperfecta. A billón de dólares por central (que sería el precio si se abandonase la actual política de sabotaje regulatorio) resultan 900 billones. ¿Puede la economía americana afrontar el gasto de 900 billones de dólares en veinte años en centrales nucleares? Para responder a esa pregunta la tentación es mirar directamente en el porcentaje del PIB que representan esos 900 billones (menos del 10% del PIB de un solo año).

Pero hay que reconocer que la producción de centrales nucleares no tiene las mismas características e inputs que la producción de algodón. Por eso me voy a centrar en el valor añadido producido en un conjunto de industrias con una estructura de costes e inputs parecida a la de la producción de centrales nucleares. En la página del BEA se puede encontrar el desglose del PIB de los Estados Unidos por ramas de actividad. La suma de la siguiente lista de ramas de actividad agregó en 2004 un valor añadido de 1.414 billones de dólares: metales, productos de metal, maquinaría, electrónica, vehículos de motor, química, transporte y construcción. El conjunto de las industrias listadas consume inputs similares a los de la construcción de centrales nucleares. Una economía capaz de generar un valor añadido de 1.414 billones de dólares anuales en los sectores anteriores, puede generar valor añadido por valor de 900 billones de dólares en la construcción de plantas nucleares. Por ejemplo, en 25 años bastaría el equivalente a 900/(1414*25)=2.54% de la producción en esas industrias intensivas en energía y recursos físicos (y una fracción casi inapreciable del PIB total).

A nivel mundial, el número de centrales nucleares necesario para olvidarnos del gas y del petróleo (supuestos los vectores energéticos adecuados) sería: dado que el gas y el petróleo consumidos son equivalentes a 5.705 millones de toneladas de petróleo, y dado que las 441 centrales nucleares en operación generan el 650 millones de toneladas, serían necesarias 3.748 centrales, que voy a redondear hasta 5.000 centrales. A billon de dólares por central, estamos hablando de 5.000 billones de dólares. El output mundial en 2003 era de 40.120 billones de dólares, y usando la misma proporcionalidad que en caso anterior, voy a suponer que un 10% de ese output corresponde a industrias de alto consumo energético. Así que tenemos que el mundo produce bienes de alto contenido energético por valor de 4.012 billones de euros al año. Entonces, en los próximos 25 años, bastará consumir 5000/(4012*25)=5% del output de las industrias similares a la producción de centrales nucleares para mantener la producción energética actual. O dicho de otra forma, bastaría consumir (equivalentemente) un 5% menos o producir un 5% (ceteris paribus) más de metales, productos de metal, maquinaría, electrónica, vehículos de motor, química, transporte y construcción en los próximos 25 años para construir las centrales nucleares necesarias.

En los cálculos anteriores he hecho muchas hipótesis catastrofistas (por ejemplo, he despreciado toda la energía fósil en el lado de decaimiento de la posible curva de Hubbert, y he supuesto que nuevas centrales nucleares serían tan productivas como las anteriores y no mas).

Lo que sugiere la aproximación anterior es que para demostrar que la nuclear no es una opción viable es necesario demostrar que:

Precio (5000 nucleares)>>5000* Precio (1 nuclear) [I]

La única forma de probar eso es encontrar un input cuya escasez haga inviable la construcción u operación de las centrales. Pero los inputs normales que utilizan los sectores listados anteriormente no pueden ser esos inputs escasos. Porque esos sectores listados los usan más o menos tanto (por dólar de valor añadido) como la construcción nuclear. Es decir: la mano de obra, la energía y los materiales de construcción, que son inputs de esos sectores no pueden ser un cuello de botella para la construcción nuclear, porque si no, lo serían para la lista de sectores elegidos que son muy intensivos en ellos.

Solo algún input escaso y característico de la industria nuclear podría hacer que la desigualdad [I] de antes se verificase. Aparte del material fisible no se me ocurre ningún otro. No voy a pronunciarme sobre la escasez de uranio ni sobre los reactores breeder [1] en este momento.

Finalmente los costes de desmantelamiento: ¿se preocuparon los constructores de Stonehenge o de la catedral de Burgos de los costes de desmantelamiento? Una vez eliminado el uranio y apagada la central, el propio edificio de contención, potencialmente relleno de hormigón es un perfecto sarcófago para el reactor. Si las centrales nucleares son inofensivas en marcha, mucho más después de apagadas.


6.-La opción nuclear: por el lado del tratamiento de los residuos

Queda por tanto tratar el lado medioambiental de la energía nuclear. Quienes opinan que 5.000 nucleares en marcha podrían generar residuos y radiactividad hasta llegar al envenenamiento planetario, olvidan que ya hemos hecho un experimento sobre los límites de tolerancia radioactiva de la bioesfera. Desde 1945 hasta bien entrados los noventa se han efectuado más de 2000 pruebas nucleares (528 al aire libre), algunas de varios Gigatones. No voy a decir que esas pruebas fuesen inofensivas, pero si el equivalente a una pequeña guerra nuclear no ha tenido efectos severos sobre el planeta, mucho menos cabe esperar de las consecuencias de unos residuos radiactivos sólidos y almacenados controladamente.

En términos de espacio los residuos nuclares son sumamente compactos, aunque algunos tiene una vida media de mas de 20.000 años. Por ejemplo, todos los residuos producidos por las 100 centrales norteamericanas desde su construcción ocupan el equivalente a la superficie de un campo de fútbol por cinco metros de altura. Es una cantidad pequeña a todas luces, y producir una cantidad semejante cada década no puede ser un problema insuperable. No hay que olvidar que las mismas montañas de Nevada que van albergar los residuos nucleares norteamericanos, fueron capaces en el pasado de contener las pruebas nucleares subterráneas, sucesos estos, bastante más traumáticos.

En todo caso, Francia, que produce el 78% de su electricidad es capaz de manejar esos residuos sin sufrir un desastre ecológico. Los residuos nucleares, al contrario que la contaminación atmosférica no tienen externalidades internacionales. Por tanto si Francia puede tratar sus residuos, el resto del mundo puede replicar la estrategia francesa, sin mayores daños. No hay ningún efecto “crowding” en el tratamiento de los residuos nucleares.

7.-Conclusión

Creo que la preocupación energética esta justificada. Durante las últimas semanas he tenido la sensación de que España esta llegando tarde otra vez a un tema esencial, y que nuestro liderazgo político y empresarial no es consciente de que la energía vuelve a estar en el centro del tablero económico. Aunque el análisis anterior descarta el escenario apocalíptico, no es menos cierto que estamos hablando de amplias inversiones de capital. Los miles de millones de euros que se van a tener que invertir en plantas de síntesis de petróleo, nuevo equipamiento basado en gas y electricidad y centrales nucleares, van a ser dinero que no vamos a poder gastar en vacaciones, casas más grandes y nuevas versiones de la PSP. Significa más trabajo, y menos bienestar. Quienes defendemos que este sistema económico es eficiente no podemos sostener a la vez que la desaparición de un recurso valorado no tiene repercusiones sobre el bienestar.

De la misma forma, quienes nos venden el agotamiento del petróleo no pueden afirmar a la vez que la energía nuclear no es rentable por razón de sus costes de capital. Y los “oil peakers” más extremistas que predicen un reajuste económico con mas de 4.000 millones de muertos no pueden decir a la vez que el carbón nos pone en peligro de un cambio climático: al fin y al cabo supongo que todos preferimos ese riesgo de cambio incierto que la seguridad de una hambruna universal.

El mundo occidental ya no crece a base de gastar energía: casi todo el aumento de la demanda energética de los próximos cuarenta años se va a producir en Asia y quizá en América Latina. Quienes además de ayudarse a si mismos pretenden ayudar a los países del Tercer Mundo, deberían ser especialmente entusiastas hacia cualquier programa energético (como la nuclearización) que libere la mayor cantidad de recursos energéticos para los países más pobres.

No he abordado dos puntos: uno la posible escasez del uranio. El segundo y no menos importante, las medidas políticas para favorecer una transición suave. Repecto de la escasez de uranio, no voy a considerarlo hasta leer el próximo artículo de Marcel Coderch sobre energía nuclear en la web del Real Instituto Elcano. En cuanto a las medidas políticas para favorecer la transición suave, espero escribir un post sobre ellas en breve.

[1] Un reactor breeder usa los neutrones lentos de la fisión para producir más material fisible del que consume. Dejo como ejercicio para el lector explicar como es eso posible, a pesar de que las Leyes de la Termodinámica impiden la existencia de máquinas de movimiento perpetuo. En mi próximo post sobre energía lo consideraré…

miércoles, enero 11, 2006

Capitalismo Financiero (IV): Movilidad Social

Una de las más tenaces supersticiones que ha afligido a la Humanidad en los últimos dos milenios es la condena del préstamo a interés (el llamado pecado de usura). Todos los monoteísmos nos han afligido con esta condena absurda.

Después de algunos milenios de activismo judicial rabínico y de magisterio de la Iglesia Católica, judíos y cristianos parecen haber renunciado a ella. Pero el Islam continua tan impermeable al sentido común en el campo financiero como en los demás aspectos de la vida.

Según el Coran, la gravedad del delito de usura depende de varias circunstancias: en su forma más leve, la usura se considera tan grave como el incesto; en su forma más culposa, se la castiga tanto como faltar al honor de un musulmán (¡!)

En nuestra afortunada época, alrededor de esta prohibición se ha creado toda una industria financiera dedicada a saltarse el espíritu de la Sharia respetando su letra; pero durante muchos siglos el sistema financiero no ha existido como tal en las sociedades islámicas.

¿Cómo afecta a la vida social y al proceso de acumulación de capital la inexistencia de un sector financiero? Si las operaciones de préstamo a interés están prohibidas, solo quedan en la práctica dos formas de canalizar el capital: las sociedades mercantiles, donde en lugar de remunerar el capital de forma fija, se ofrece una fracción de los beneficios, y el préstamo altruista.

Las sociedades mercantiles parecen una solución al problema del interés: desgraciadamente el pago de una fracción de los beneficios exige un conocimiento más o menos directo de la actividad mercantil. Si un individuo participa en forma societaria en un negocio y recibe una parte de los beneficios, debe saber cuales son estos beneficios y si se esta haciendo una gestión realmente eficaz. En las grandes compañías que cotizan en Bolsa, los Estados exigen el cumplimiento de una serie de normas contables para evitar que los accionistas sean defraudados.

A falta de una burocracia contable, los pequeños negocios no pueden garantizar fácilmente el pago de los beneficios a los prestamistas. En general con un sistema de participación en beneficios, los socios deben tener confianza mutua o trabajar juntos. El préstamo impersonal de fondos se vuelve imposible. En el caso del préstamo altruista, lógicamente el altruismo también se queda entre conocidos.

En ausencia de un sistema financiero capaz de colocar el capital según criterios impersonales de eficiencia económica, el capital se distribuye conforme al criterio de proximidad familiar o tribal.
Las posibilidades de ascender por la escala social se ven muy mermadas cuando los individuos pobres tienen dificultades especiales para acceder al crédito, mientras el capital está en manos de individuos menos capaces pero mejor relacionados.

Cuando a la hora de comprar un coche, una casa o de abrir un negocio no hay bancos a los que puedas recurrir, solo puedes recurrir a tus allegados, y si eres pobre, seguramente tus allegados también lo serán. Algunos dirán que los bancos no suelen ser tampoco muy generosos: se equivocan; buena parte de los pequeños negocios se han financiado al menos en parte a través de préstamos bancarios.

Las consecuencias sociales de este sistema de préstamo intra-familiar son aún peores que las consecuencias económicas: la dependencia tribal y por tanto la capacidad de presión del grupo sobre el individuo es máxima cuando no se pueden obtener recursos fuera de él. La característica más visible de las sociedades musulmanas es su extrema jerarquización; no cabe duda de que la Sharia es un código legal diseñado para fortalcer la estructura tribal, y en este sentido la prohibición del préstamo a interés, al destruir una parcela esencial de libertad, cumple un importante papel.

Algunos se quejan de que los musulmanes lo tienen muy difícil para mejorar en Europa. De la dirección de los flujos migratorios se puede deducir que lo tienen aun más difícil para progresar en sus países de origen.

No es sorprendente, viendo algunas de sus estructuras institucionales.

viernes, enero 06, 2006

Sexismo Bayesiano y sus Consecuencias

Un texto lógico (si de verdad lo es) debe ser robusto a cambios de variable. Por ejemplo, “Racismo Bayesiano y sus Consecuencias” hacía un análisis de los efectos de los diferentes niveles de conflictividad social para los distintos grupos étnicos. Si los argumentos eran correctos, al encontrar un variable X que envía una señal más estadísticamente fuerte de conflictividad social que la raza, podríamos escribir un post igual titulado “X-ismo Bayesiano y sus Consecuencias”.(¡Para todo X!)

Alberto Garzón ha dedicado estos tres posts (I,II, III) a refutar “Racismo Bayesiano y sus Consecuencias”. En si mismo, no puedo decir nada a favor de su texto (no he contado ni un solo argumento entre los tres), pero en uno de los comentarios, le lanzé un desafío: "encuentra un rasgo físico más significativamente asociado a la criminalidad que la raza". Su respuesta fue sencilla y correcta: el sexo. (Esto demuestra que A.Garzón podría hacerlo mucho mejor si leyese a otros autores; una pena)

Y como no puede ser de otra manera, existe un Sexismo Bayesiano. Es normal que así sea: los individuos formamos expectativas racionales (dado nuestro conjunto de información) y el sexo envía una señal clara sobre múltiples facetas del comportamiento: por tanto, lo usamos profusamente para formar juicios a priori. A diferencia de la raza, esto no se considera polémico.

Por ejemplo, supongamos (como en “Racismo Bayesiano”) que vas andando a las tres de la madrugada por una calle oscura y solitaria. Esa situación es de por si más desasosegadora que andar por esa calle de día: y es racional que sea así: la probabilidad de sufrir un delito por la noche es superior (el numero de delitos nocturnos no es mucho mas alto que el diurno, pero como proporción del tiempo que se sale de noche es menor, la peligrosidad por unidad de tiempo es muy superior en la noche que en el día). Esta por tanto justificado hablar de “nocturnismo bayesiano”; de hecho, en la situación que estoy describiendo el determinante más fuerte de la peligrosidad es la noche: cruzarse con un varón marroquí a las 12 de la mañana no es demasiado desasosegador.

Si en esa calle oscura viene otra persona, eso despierta una moderada alerta adicional; pero si la otra persona es una mujer, la alerta desaparece casi totalmente. Nadie identifica a las mujeres como un peligro: lo que es perfectamente racional, como precisamente hace notar Alberto.

Si es un hombre, la alerta es significativa: no tienes miedo físico pero creo que todos estamos de acuerdo de que cuando te cruzas con un desconocido a las 3 de la mañana, eso crea una cierta tensión. Sea cual fuere esa tensión, en el caso de que identifiques al varón como marroquí (o mucho más como gitano) la tensión se agudiza muy significativamente. Pero no son solo estas características demográficas las que regulan tu formación de expectativas. La ropa del individuo (por ejemplo, una bomber o un tatuaje carcelario) también influyen tu nivel de tensión. Y también es racional, porque las bombers y los tatuajes carcelarios son fuertemente informativos sobre la peligrosidad.

En mi segundo ejemplo decía que a la hora de encontrar trabajo, la conflictividad social de los musulmanes jugaba en su contra. Alberto Garzon me hace notar que la conflictividad masculina no parece afectar a las contrataciones: se equivoca, claro.

En general las mujeres tienen handicaps laborales que limitan su productividad: el más importante, el hecho de que el cuidado de las familias les quitan tiempo. En algunos trabajos, la fuerza física. Pero los empleadores toman en cuenta su baja conflictividad a la hora de contratar. El caso más importante es la masiva sobre-contratación femenina en las maquilas mejicanas: las trabajadoras tienden a ser menos problemáticas y a no formar sindicatos y por tanto en el trabajo de las maquilas, donde la fuerza no cuenta (es un trabajo de atención y resistencia al aburrimiento) sobre-contratan mujeres. Por supuesto, esta forma sexista de aplicar el contrato “Yellow Dog” me parece muy denunciable. Pero demuestra una vez más, que las expectativas son racionales.

En general la baja conflictividad social y la baja criminalidad femenina son hechos conocidos y aceptados: por ejemplo, los que denuncian que en los Estados Unidos la mayoría de los convictos sean negros y latinos, no se indignan de que los hombres estén sobre-representados en las cárceles en proporción nueve a uno. ¿Dónde están las protestas ante el sexismo pro-femenino de la policía americana?

En los casos de violación, los jueces suelen creer la palabra de la víctima: ellos también hacen un juicio racional: saben que los hombres tienen incentivos a cometer violación, mientras que para las mujeres, denunciar es un calvario (y por supuesto, la mayoría de las violaciones no se denuncia). Por tanto, suelen creer a la mujer a priori (muchas condenas se hacen con la sola palabra de la mujer), aunque desde luego son las pruebas las que acaban decidiendo. Como en todas las generalizaciones estadísticas, hay trágicos errores, puesto que a veces las mujeres mienten: pero más veces niegan los hombres en falso.

El propio Alberto Garzón pedía que no se informase acerca de la etnia de los delincuentes. ¿Por qué no exige que se oculte su sexo igualmente? ¿No estigmatizan a caso a los hombres los medios de comunicación al publicar el sexo de los criminales?

España vive ahora mismo en una campaña sostenida de denuncia de la violencia de género, un debate absolutamente necesario, vista la violencia de los hombres contra las mujeres (que no obstante, esta en su mínimo histórico). Es natural que la sociedad debata y conozca la violencia de género. ¿Por qué no la violencia diferencial inter-étnica? Esa izquierda que quiere censurar la etnia de los criminales en los medios (en medio de una oleada de delincuencia y una guerra religiosa) sin embargo esta embarcada en una campaña de estigmatización anti-masculina. Es verdad que los hombres somos nueve veces mas peligrosos que las mujeres, pero no es menos cierto que los varones marroquíes son siete veces más peligrosos que los varones españoles: yo propongo que se sepan las dos cosas, por un motivo muy sencillo: porque son CIERTAS.

Desde luego no afirmo que haya diferencias biológicas entre el comportamiento de las distintas razas. Por ejemplo, los musulmanes blancos de Chehenia son tan violentos como los de Pakistan. Los indios son de la misma raza que los pakistanies y se han integrado con éxito en la sociedad inglesa. No. La raza no es más que un indicador físico de la cultura. Y hay ciertas culturas que conducen a la pobreza y la violencia.

Quiero acabar con una pequeña pregunta irónica: si vivieseis en un idílico país de lesbianas, y millones de hombres quisiesen inmigrar hacia él…¿les dejaríais entrar teniendo en cuenta la historia de ilimitada violencia que arrastra el sexo masculino en su relación con el femenino?

lunes, enero 02, 2006

Falsabilidad de la Teoría de la Evolución

En respuesta a Marcel Coderch (dentro del debate sobre TDR).

Tengo una relación de escepticismo hacia los criterios epistemológicos con pretensiones totalizantes. Las Matemáticas en la primera mitad del s.XX giraron alrededor del “Programa de Hilbert”, que pretendía formalizar en términos lógicos el conjunto del conocimiento matemático. Pocos años después de ser formulado este ambicioso esfuerzo sistematizador (“en honor al espíritu humano”), se demostró el Teorema de Gödel que dice que ningún sistema lógico es completo para la Teoría de Números. Desde el Teorema de Gödel, los matemáticos, celosos guardianes de la forma más pura de pensamiento científico, carecemos de un criterio epistemológico completo. En esas condiciones, cuando los científicos que enfrentan otras ramas del pensamiento menos concretas afirman poseer esos criterios, yo solo puedo mostrarme incrédulo.

El trauma Gödeliano y las dificultades epistemológicas en Economía (especialmente la crítica de Lucas) me han llevado a tener una relación simultáneamente escéptica y reverente hacia esa rama de la filosofía: la ciencia no debe servir a los criterios epistemológicos, sino que los criterios epistemológicos deben servir a la Ciencia. La misión de la epistemología no es molestar al científico en sus desarrollos, sino iluminarle en su avance. La epistemología no es la inflexible dueña de la Ciencia, sino su rendida esclava. Como diría Sto. Tomás “Ancilla Scientiarum”

El ultimo criterio epistemológico con pretensiones totales (incluso totalitarias) es la “falsabilidad Popperiana”.

Se dice que un enunciado es falsable cuando puede quedar lógicamente referido a uno o varios enunciados básicos, posible objeto de contrastación inmediata en la experiencia, que, de no cumplirse, podrían demostrar que dicho enunciado es falso.

La Teoría de la Evolución dice que las especies se han conformado tras un proceso de selección natural en el cual los mejor dotados se han reproducido más que los menos dotados, hasta reemplazarlos de la naturaleza. ¿Mejor dotados para que? Mejor dotados para reproducirse. ¡Ahhh!

Reformulemos:

La Teoría de la Evolución dice que las especies se han conformado tras un proceso de selección natural en el cual los mejor dotados (para reproducirse) se han reproducido más (¡!) que los menos dotados, hasta reemplazarlos de la naturaleza.

Expresada de esta forma la Teoria Darwiniana parece ser no falsable. ¿Cómo no van a reproducirse más los mejor dotados para reproducirse más? ¡Tautológico!¡No falsable!

En realidad una formulación más exacta de la Ley de la Selección Natural, diría así:

Hipótesis: “Existen características hereditarias que una vez aparecidas (mutaciones) en una población hacen que los individuos que las poseen tengan una tasa de reproducción superior a sus congéneres sin esa características”

Tesis: “Esas características genéticas acaban extendiéndose al conjunto de la población”

Así formulada, la Ley de la Selección es una certeza a priori una vez se verifica la hipótesis. La Ley de la Selección Natural no puede ser refutada por ningún experimento. Es un hecho matemático. No puede ser falsada. Solo su hipótesis de partida puede serlo.

Por cierto, hasta que se entendió el mecanismo de la herencia mendeliana (y el concepto de mutación), la Hipótesis de la Ley de Selección Natural no estaba demostrada, y los Marcel Coderch de la Era Victoriana seguramente podrían haber acusado a Darwin de presentar una teoría infalsable. Afortunadamente el concepto no estaba inventado, y solo les quedaba el Génesis.

En general, las mejores teorías científicas son las que menos hipótesis falsables contienen: precisamente por contener pocas hipótesis susceptibles de ser falsas, su campo de aplicación es más amplio. Richard Dawkins utiliza la Ley de Selección Natural para entender la evolución de las ideas (memética) y muchos economistas entienden que la competencia empresarial dirige la Economía hacia un uso mejor de los recursos al eliminar los métodos productivos menos eficientes.

Evidentemente la Ley de la Selección Natural corresponde a una serie de estructuras matemáticas profundas, que se suelen resumir en la “Genética de Poblaciones” y sobre todo en la “Teoría Evolutiva de Juegos”, que es una generalización de la Teoría de Autómatas Celulares de Von Newman.

Quien lea el artículo enlazado sobre la Teoría Evolutiva de Juegos se sorprenderá porque la formulación matemática es análoga a la de la Economía Neoclásica. (Usan también una variedad de equilibrio de Nash). Sin embargo nadie acusa a los biólogos evolucionistas que usan la Ley de Selección Natural y el concepto de “equilibrio genético” de usar una “sobre-simplificación incapaz de captar la complejidad del fenómeno”. (Y eso que el fenómeno es la vida: infinitamente más complejo que la Economía). Eso es porque Darwin es “de izquierdas” y Hayek y Walras son “de derechas”.

La Teoría Económica, de la misma forma, tiene hipótesis muy poco exigentes. Los economistas razonamos suponiendo que los agentes tienen características de racionalidad bastante minimalistas. Por ejemplo: suelen preferir más dinero que menos (y esto basta para la Teoría del Arbitraje), prefieren un consumo estable que uno volátil (y esto basta para la Teoría del Seguro), intercambian bienes y servicios siempre que lo encuentran conveniente (la hipótesis central del equilibrio económico) y tienen que elegir en un entorno de escasez entre diferentes cestas de consumo. Todas estas hipótesis tienen buena evidencia estadística de su parte: pero no hace mucha falta: por mera observación de la conducta humana (incluyendo la propia) resultan evidentes. Una vez se verifican esas hipótesis, la tesis viene con la misma inevitabilidad que en el caso de la Teoría de la Evolución.

Alguien protestará que los economistas no hacen buenas predicciones. Esto dista mucho de ser verdad: los mercados financieros al contado y a plazo tienen un comportamiento bastante coherente con la Teoría de las Expectativas Racionales. Pero en todo caso, me encantaría ver las espectaculares predicciones de los biólogos evolucionistas.