jueves, diciembre 02, 2004

Constitución Europea: prematura, divisiva y oligárquica

Que el corporativismo y la distorsión mediática van a ser las señas de identidad de la nueva Europa, destaca con especial claridad en el debate Constituyente con que nos obsequian nuestros mandarines de Bruselas y Paris.

En primer lugar, debo haceros notar que yo si soy partidario de un estado supranacional europeo, y mas aun, que su naturaleza tenocratica no me lo hace antipático, sino todo lo contrario. Reconozco que la miserable política europea hacia Israel y la histeria antiamericana me han alejado sentimentalmente de Europa. Pero en última instancia, el Eurorail y el Erasmus son todavía un elemento esencial de la identidad de mi generación, y lo ultimo que deseo es volver a la época bárbara de los pasaportes y las aduanas.

Digo esto para demostrar que mi NO a la Constitución Europea lo es EXCLUSIVAMENTE a ese documento. No por el par de asuntillos polémicos (como el debate sobre la “identidad cristiana” o la estúpida prohibición de la clonación) que pretenden desviar la atención del publico, sino por la arquitectura institucional que se esta construyendo para beneficio de unos pocos países y de ciertos intereses espurios.

Para evitar malentendidos y dejar claros los parámetros en que nos moveremos, hay que decir que la ciencia de escribir constituciones no es el Derecho Constitucional (que a lo sumo es el arte de interpretarlas) sino la Teoría de la Elección Publica, que, aunque en su forma moderna se la debemos a James Buchanan, deriva sus supuestos de dos libros clásicos:”La Democracia en America” de Tocqueville y los “Federalist papers”, una colección de artículos escritos por los Constitucionalistas Americanos en el s.XVIII.

La pieza clave del engranaje institucional que nos quieren vender es el Consejo de Ministros. Los discursos grandilocuentes sobre el Parlamento Europeo, apenas esconden su irrelevancia, y los demás órganos de decisión, o bien son agencias independientes (como el Banco Central), o bien son comparsas propagandísticas.

El Consejo de Ministros es la reunión de los Estados miembros, que toman las decisiones según el principio de que cuando una decisión (en el ámbito de sus competencias) es tomada por un grupo de Estados que suman mas del 55% de la población europea, entonces esa decisión queda aprobada.

Quiero empezar por explicar la diferencia entre las interacciones que se producen en el Parlamento Europeo y las que hay en el Consejo de ministros.

En el Parlamento Europeo hay unos 400 diputados elegidos directamente por el público. Estos 400 diputados representan, por supuesto, a sus intereses nacionales, pero también tienen diferentes opiniones ideológicas, apoyan a grupos corporativos, acatan lealtades regionales, y en última instancia responden directamente ante sus electores por sus votos. El Parlamento Europeo es a su manera más abierto y plural que la mayor parte de los Parlamentos nacionales. Es cierto que tiene una larga tradición demagógica, pero esto es normal en la medida en que es una institución vacía de contenido. Es razonable que si sus competencias se viesen ampliadas, también mejorase su sentido de la responsabilidad y la calidad política de sus miembros.

Las interacciones que se producen en el Consejo de Ministros son radicalmente opuestas: Cada país va a Europa a defender su interés nacional. Como en cualquier otro foro internacional, la opacidad y el burocratismo y la falta de control democrático dominan las sesiones. Es inevitable que las negociaciones entre Estados sean así, en la medida en que van a repartirse un presupuesto limitado, y a perseguir fines políticos muy medidos. Las alianzas y las decisiones carecen casi siempre de todo contenido ideológico, como suele ocurrir en la política internacional. El intercambio de cromos sustituye a las ideas, en la medida en que los intereses nacionales son resultado de consensos relativamente estables dentro de cada país, y las alianzas entre países lo son de alineaciones de intereses.

Estas características odiosas de la política internacional son relativamente inevitables, pero en general no suelen afectar a la marcha de nuestra vida civil, porque la política intencional es un campo especializado y limitado. Pero en la medida en que las competencias de la Unión Europea se extiendan, cada vez más decisiones van a ser tomadas por el Consejo bajo estos parámetros.

Aparte de la naturaleza ineficiente de un sistema de decisión basado en la opacidad y el intercambio de favores, el sistema de decisión del Consejo de Ministros convierte a cada estado en enemigo de los demás: si por ejemplo en el Parlamento Europeo tomase una decisión contraria a nuestros intereses, esto no crearía resentimientos entre los países: al fin y al cabo es también nuestro Parlamento. Pero cuando una decisión del Consejo no nos favorece, esa decisión NO es del Consejo, sino de los países que la han votado.

Imaginemos que el Parlamento Europeo nos obligase a arrancar unos cuantos millones de olivos: seria más o menos aceptado pero al fin la responsabilidad se diluye entre un cuerpo amorfo de diputados. Pero si eso ocurre en un Consejo de Ministros con el voto de Francia, entonces el titular es “Francia arranca nuestros olivos”. No quiero imaginar la clase de tensiones y rencores intraeuropeos que el sistema del Consejo de Ministros puede provocar. Y el beneficio que muchos extremistas van a sacar de ello.

En realidad todos los estados europeos han estado de acuerdo en construir una Europa domesticada, y en diseñarla como una organización internacional, donde se va a defender intereses nacionales, usando la estructura institucional como palanca. Eso no puede seguir así: una nueva agenda europea, mas concreta y centrada en el Parlamento debe sustituir al proceso actual.

A parte de la ineficacia del sistema de decisión, las competencias de la Unión no están bien definidas. Si lo estuviesen serian irrisorias. Así que se crea un sistema de cláusulas, tratados y prebendas, que si bien pueden ser inevitables, no merecen ser consagradas en el texto constitucional. Lo que hace que un estado federal funcione es la claridad de su ámbito de actuación: En su lugar aquí tenemos un enorme montón de excepciones y una indefinición del MECANISMO para la introducción de nuevas competencias. La Constitución Europea esta llena de ENUMERACIONES cuando debería contener PROCEDIMIENTOS.

El Estado Europeo que refleja la Constitución además esta indefenso a la hora de imponer su ley. Un principio esencial del federalismo, tal como lo expreso Tocqueville, es que el todos los niveles del Estado sean capaces de aplicar sus leyes y recaudar sus impuestos. En el texto constitucional, por ejemplo, se reservan para Bruselas las políticas de competencia. Pero a pesar de ello, en nuestra Europa “liberal” todavía existe un monstruo monopolista como EDF, porque la Comisión simplemente es impotente ante Francia. Del mismo modo, tampoco el Pacto de Estabilidad se ha cumplido.
Si los tribunales, las instituciones y las agencias Europeas no tienen los medios de financiación y ejecución de sus poderes, los Estados miembros pueden bloquear la legalidad comunitaria. Y los últimos años demuestran que si lo pueden hacer, lo harán.
Muchos de estos defectos se deben a que el Estado Europeo esta aun en fase de formación. Pero precisamente por eso es esencial rechazar este proyecto constitucional ahora, y plantearse la fase constituyente mas adelante, sobre principios sanos. Esta “Constitución” prematura compromete el proceso de construcción Europea y la propia armonía entre los países europeos y por eso os pido el NO a la Constitución Europea.


12 Comments:

At 10:07 p. m., Anonymous Anónimo said...

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At 10:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

funciona

 
At 10:10 p. m., Blogger Kantor said...

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At 10:36 p. m., Blogger Kantor said...

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At 10:37 p. m., Anonymous Anónimo said...

anonimo?

 
At 10:52 p. m., Anonymous Anónimo said...

Buen inicio, Kantor. Yo en cierta medida me opongo a la unión política. Me gusta un federalismo mucho mayor, con competencias mucho más descentralizadas a las actuales CC. Autónomas. Por otra parte, una unión política de tal envergadura conlleva grandes gastos militares y acciones de política internacional en consecuencia a la importancia adquirida. Yo prefiero una Comunidad de Madrid independiente, plenamente unida dentro de una unión económica europea, directamente protegida por el paraguas norteamericano. Ellos pagan y nosotros prosperamos (como Suiza...)

Un saludo

Milton

 
At 11:03 p. m., Blogger Kantor said...

Bueno, gracias por ser el primero (suena a folclorica!) y segundo, es un punto de vista un tanto cinico. Lo suyo es que la Union Europea compartiese gastos y responsabilidad con los USA, aunque claro, de momento lo que hace es enredar.

Pero hay politicas publicas que tienen economias de escala territoriales: armonizacion juridica, politica de competencia, seguridad y defensa comun...

El ejemplo Suizo contiene un elemento de free-riderismo que no es muy ejemplar. Aunque si muy divertido

Te cuento una anecdota: En el norte, en la cuidad de Basilea, pasa el Rhin: bueno, pues todas las industrias de la cuidad estan justo antes de la frontera, rio arriba, echando la contaminacion al lado aleman.

Tampoco es plan.

 
At 1:17 a. m., Anonymous Anónimo said...

Felicitaciones.


Juan Fernando Carpio

 
At 7:04 p. m., Blogger José Carlos Rodríguez said...

Ya te he felicitado en mi bitácora, pero lo hago aquí también.

Mucho ánimo con ella.

 
At 4:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

Un economista liberal, Kantor.
He tenido la suerte de conocer a Buchanan. He compartido vino y mantel con él.Discutimos sobre los beneficios del Estado Federal en España con relación a las políticas fiscales competitivas que ello generaría. Me llamó la atención el conocimiento que tenía sobre el número de incapacidades que sostenía la Seguridad Social española. Tio listo. La decisión política y la opción económica.
En España no sé. No hay liberales.
Sobre la Constitución. No sólo cabe hacer la lectura económica, también la jurídica. En tal terreno cabe decir que estamos en una huida hacía delante.
Felicidades.
maria

 
At 5:59 p. m., Blogger Kantor said...

Bueno Maria, yo intento hace una aproximacion de Teoria de Juegos, que es a la vez economica y juridico-politica.

En Spaña es verdad que hay pocos liberales (yo por ejemplo no me declaro liberal) pero si que hay economistas interesantes (por supuesto en Cataluña pero algunos tamebien en Madrid)

Un saludo,
Arturo

 
At 11:59 a. m., Blogger jg said...

No se si me vas a leer. Acabo hoy de discubrir tu blog. Puse un link sobre el mio. (foreignaff.blogspot.com)
Y ya veo que tenemos las mismas ideas sobre la imposibilidad estructural de continuar Europa tal como la constitucion nos lo propone. Votare No al referendum de Mayo en Francia

 

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