Capitalismo financiero (II): El modelo de desarrollo
La polémica más candente y divisiva de la historia de la economía es la que enfrenta desde el nacimiento del Estado Moderno a mercantilistas y librecambistas.
A pesar de que la sabiduría convencional que ofrecen las facultades de economía es, en el momento actual, abiertamente librecambista, el debate se ha cerrado en falso varias veces desde los tiempos de Adam Smith.
En el lado teórico los argumentos clásicos de Smith y Ricardo, pero sobre todo el Primer Teorema del Bienestar, han convencido a los economistas profesionales de que el librecambio era no solo un óptimo para el bienestar global, sino además un interés común para todos los países. Solo argumentos particulares y desesperadamente frágiles (el más famoso, el de la “industria naciente” ) o extraños resultados en modelos muy sintéticos avalaban el mercantilismo.
La evidencia empírica por el librecambio era menos impresionante que sus apoyos teóricos: la gran expansión de la economía inglesa vino justo después de que Cromwell prohibiese el libre tránsito de barcos holandeses por Inglaterra. Los propios Estados Unidos de América tienen una larga tradición de aranceles altos que se unen a su propio aislamiento geográfico. Alemania represento en el s.XIX un caso fulgurante de éxito económico y autarquía planificada. El siglo XX nos ha ofrecido ejemplos análogos en Asia.
Durante mis primeros años como economista esa evidencia histórica me hizo desconfiar del librecambismo, y cuando leí los primeros papers de Krugman sobre economias de escala geográficas mis sospechas se vieron “confirmadas” ( “Spatial Economics” es uno de los libros de economía más espectacularmente elegantes que se han escrito nunca).
En realidad sigo siendo escéptico hacia las virtudes del comercio libre como mecanismo de desarrollo: cuando SOLO hay librecambio PERO NO LIBRE INVERSION el resultado es aún más catastrófico que en el mercantilismo puro.
En esas condiciones los paises ricos no pueden exportar capital hacia los más pobres para aprovechar los bajos salarios (y en el proceso hacerlos más altos), de forma que el capital se acumula exponencialmente alimentando unas enormes economías de escala. Competir en esas condiciones es imposible para los más pobres, y aunque hubiese alguna mejora marginal debida a la ventaja comparativa, esa mejora la acaparan las “burguesias compradoras” locales. Cuando no hay libre inversión internacional, los paises pobres no pueden exportar más que recursos naturales y el valor añadido por el trabajo (el que se reparte entre la población) es mínimo. Y cuando lo que enriquece no es el trabajo, se disparan unos procesos de “busqueda de rentas”, en el que la lucha por los recursos es un negocio mucho mejor que la producción… y el resultado es una inestabilidad política general.
Pero esta historia de "dependencia económica" solo puede ocurrir si la inversión no es libre. Porque cuando al libre cambio se le une la libre inversión (especialmente en un mundo con costes de transporte y comunicación relativamente bajos)…el resultado es completamente diferente.
Entonces, aparte de recursos minerales y otras industrias de bajo valor añadido, los países más pobres están en condiciones de vender trabajo en los mercados internacionales: porque ...
IMPORTAR CAPITAL ES LO MISMO QUE EXPORTAR TRABAJO.
Y justo el trabajo es lo que es relativamente menos costoso en los paises pobres (¡!). Por eso la libertad para importar capital (mucho más que la libertad para comerciar bienes) es la que marca la diferencia desde el punto de vista del desarrollo.
Cuando tiene libertad de movimientos, el capital busca el trabajo más barato y así los países pobres reciben ese capital. El valor añadido generado por las inversiones extranjeras se reparte entre los trabajadores en forma de salario. Los salarios, al contrario que los recursos naturales o las ayudas públicas internacionales no son rentas fácilmente apropiables por las oligarquías locales. Son verdaderas rentas para el desarrollo.
Además, en estas condiciones, el capital en vez de acumularse en unas pocas zonas altamente industrializadas fluye suavemente buscando trabajo barato y se disemina espacialmente. Las economías de escala espaciales siguen aprovechándose, pero en un esquema “natural” que es mucho menos concentrado que el que produce el mercantilismo (y esto es evidente: en USA la concentración urbana es mucho menor que en muchos países de Europa fuertemente estatalizados (v.g España o Francia)).
Desde luego la tentación para todo tecnócrata es proponer una política para los países del Tercer Mundo basada en atraer el capital y mantener el proteccionismo hacia los bienes extranjeros. Durante años fue mi política favorita, pero tiene un defecto esencial: el capital que se atrae debe ser remunerado e importado. Poner dificultades a las importaciones IMPLICA poner dificultades a la importación de bienes y procedimientos de las empresas extranjeras y de los inversores internacionales, aparte de que el control aduanero o de capitales dificulta la remuneración del factor capital y por tanto lo ahuyenta.
Por eso soy librecambista: porque EL LIBRECAMBIO ES LA INFRAESTRUCTURA DE LA LIBRE INVERSIÓN.
Desde un punto de vista empírico el periodo del capitalismo industrialista (1950-1985), con sus limitaciones al sistema financiero y altos costes de transporte, el capital se concentró enormemente en USA, Europa y Japón y fue un desastre en el Tercer Mundo con independencia de la política más o menos liberal de sus gobiernos. Por el contrario, en los 15 años de capitalismo financiero desde la caída del Muro de Berlín hemos visto un desarrollo mucho mas equilibrado y dos gigantescos paises, China e India, se han convertido en receptores masivos de inversiones internacionales.
4 Comments:
Puede precisarse su discurso.
Hace años un autor que Ud conoce, Hilferding, indicaba ser el cambio, y no la producción, el factor decisivo. Investigar sobre el capital financiero y el desarrollo del crédito. Ver el capital formado por acciones, bolsa y bancos, para verificar el dominio de los bancos sobre la industria, y los servicios, perdiendo el mercado competitivo su raiz esencial.
Un abrazo. maria.
Hola,
El oligopolio bancario es un fantasma cada vez menos presente por dos motivos:
1) El proceso de desintermediación financiera
2) La globalización y la competencia internacional
Los paises con un "capitalismo bancario" son precisamente Alemania y Japon. Yo por capitalismo financiero me refiero sobre todo a lo de Londres: bancos de inversión, mercados e innovación financiera.
Pero es verdad que las participaciones cruzadas entre empresas siempre me han dado una sensacion de oligarquia muy desagradable. En España es un fenómeno muy marcado.
He puesto un link sobre my blog frances dedicado a la negociacion y la diplomacia internacional
http://foreignaff.blogspot.com
Jose Garson
Publicar un comentario
<< Home