sábado, junio 11, 2005

Edward Gibbon: "Historia de la Decadencia y Caida del Imperio Romano"

“I have described the rise of barbarism and religion”

Edward Gibbon, “Historia de la Decadencia y Caída del Imperio Romano”

Si a pesar de las pruebas físicas y los testimonios directos, la Historia es en si misma un terreno siempre fértil para la disputa intelectual y los prejuicios disfrazados de ciencia, no es sorprendente que la controversia sea aún más aguda en el campo de la Historia del Pensamiento, donde en última instancia el juicio de valor no tiene siquiera que adecuarse al guión preestablecido por los hechos. Por eso, los mitos y la ideología son un componente importantísimo de la historiografia del pensamiento.

Entre esos mitos, pocos más simultáneamente falsos y culturalmente destructivos que el que atribuye la Ilustración a los filósofos franceses. La Ilustración fue un movimiento de magnitud continental, pero alcanzó su culminación intelectual y política en Inglaterra y en las Colonias Americanas. El s.XVIII fue un siglo marítimo, racional y afectadamente clasicista. Fue un tiempo de sensualidad y escepticismo. Y fue el primer siglo inglés.

La indiferencia hacia la Ilustración inglesa ha envenenado intelectualmente a España y quizá a todo el continente. Hoy en día, después de dos siglos de éxito constitucional americano, todavía es posible acabar una licenciatura en Ciencias Políticas sin saber de la existencia de los “Federalist Papers”, el texto de Teoría Política más influyente de la Edad Moderna. Muchos no saben quien fue Locke; y Hobbes todavía es leído como una reliquia histórica, en lugar de verlo como el continuador de Epicuro o Lucrecio.

Pero desde una perspectiva literaria e intelectual, la ignorancia más irreparable es la que se refiere a Edward Gibbon. La obra de Gibbon se reduce prácticamente a un solo libro: “La Historia de la Decadencia y Caida del Imperio Romano”.

El libro abarca el periodo que discurre desde la época dorada de Roma bajo el Gobierno de los Antoninos, hasta la Caída de Constantinopla. Tres mil páginas y mil trescientos años de una dolorosa elegía donde el talento del autor se alía con la melancolía del tema.

El tiempo que se extiende entre Augusto y Marco Aurelio se caracteriza por el crecimiento económico y la igualación social. Vencida la Republica, y muerto el concepto aristocrático de ciudadanía Romana, las provincias se fueron fundiendo en esa relativa homogeneidad cultural y social que caracterizó la época. Los esclavos (por supuesto, por la conveniencia de sus amos) son manumitidos, pero ese proceso, que es mas o menos traumático en la primera generación, crea las bases de un trabajo asalariado, que por su superior eficacia productiva (Toqueville repite este análisis en "Democracia en América") va marginando a los métodos de producción esclavista.

Ya en la epoca de Augusto el número de los libertos levanta el escándalo de los romanos de "siempre", y desde ese momento una de las quejas de todos los escritores es que los advenedizos son susceptibles de alcanzar cualquier posición. Las críticas de Tácito y la aristocracia senatorial son la mejor defensa de la naturaleza igualadora de la monarquía. Del mismo modo, al comienzo de la Edad Moderna, los comunes se unen bajo la bandera del príncipe.

Desgraciadamente, a pesar de sus virtudes meritocráticas, el despotismo ilustrado de los Césares estaba sometido a periódicos sobresaltos sucesorios, ya que el principio hereditario jamás se impuso, y en su lugar prevalecían las armas . Las guerras civiles provocaron una sucesión de calamidades que ocuparon los siglos III y IV, y que culminaron en las invasiones germanas.

Mientras esto ocurría en el plano político, en lo ideológico se produjo en triunfo de Cristianismo. Es bien conocido que Gibbon es el primer historiador de la Iglesia cuya aproximación es agnóstica e incluso neopagana. Pero mientras que entre los ilustrados franceses la religión era vista con hostilidad y su destrucción con esperanza, Gibbon desde una postura igual de irreverente, pero también más realista, la ve como un pilar del orden social y propone el ejemplo del sacerdocio pagano (en una línea de realismo elitista comparable con la de los neocons):

“Notwithstanding the fasionable irreligión which prevailed in the age of the Antonines, both the interests of the priests and the credulity of the people were sufficiently respected. In their writings and conversation, the philosophers of antiquity asserted the independent dignity of reason; but they resigned their actions to the commands of law and custom”

Después de la caída del Imperio Romano de Occidente, el autor dirige inmediatamente sus ojos al Este, donde subsiste el de Oriente, y describe las vicisitudes de su supervivencia, y el periodo de esplendor durante el cual las Armas de Belisario y el Trono de Justiniano gobiernan el Mundo y someten Italia y África.

Los volúmenes IV, V y VI son un formidable tratado de Historia Medieval, bajo un punto de vista único: frente a la visión eurocéntrica que nos presenta la Edad Media como una monótona lista de batallas y caudillos germanos, Gibbon toma Constantinopla como el centro geográfico de su narración, y desde esa perspectiva presenciamos el ascenso del Islam, la reducción del Imperio Bizantino a Asia Menor y Grecia, el Imperio de Carlomagno y el Papado medieval. Luego se centra en las Cruzadas y en los confusos acontecimientos que las siguieron, y que culminaron con la creación del Imperio Latino.

Y finalmente, después de mil años de intrigas y combates, en los cuales reconozco haberme sentido profundamente identificado con las vicisitudes e incluso con los vicios de los Bizantinos, el libro acaba en un momento de tristeza casi mágica, con la dolorosa descripción de caída de Constantinopla en manos de los Turcos.

La eterna lección de la ironía del universo, la futilidad del genio y el esfuerzo para vencer la brutalidad de la materia, y en fin, lo efímero de la gloria y de la vida forman un paisaje desolada belleza a través del cual nos conduce la mano del historiador, que en este caso además es poeta y filosofo.


PD.-Este es la primera obra literaria que leí en inglés y no es muy difícil. Por si acaso, aquí esta en español. No garantizo que esta traducción sea buena. Circula también una horrible, del s.XIX , que debéis evitar como la detestable herejía que es.

16 Comments:

At 8:00 a. m., Blogger Wonka said...

Desde luego, la imagen vulgar que tenemos de la Ilustración en España es muy reduccionista. De los Federalista Papers, desde luego, no tenemos ni idea (hoy, en alguna Facultad de Políticas, con algún profesor rarito, sí que se estudian, pero cuando yo lo hice, nada de nada); de los ilustrados escoceses (Smith, Ferguson, Hume) empezamos a tener alguna idea; de algún otro inglés, además de Locke, tal como Shaftesbury, empezamos a contar con estudios muy buenos, pero todavía no han calado en los programas de Historia de las Ideas Políticas, por ejemplo. Y de la Ilustración alemana, qué decir. De Leibniz, en mi facultad (Ciencias Políticas y Sociología) no se estudia nada; de Lessing, menos. Y así sucesivamente.

 
At 10:27 a. m., Anonymous Anónimo said...

> ‘(...) y en fin, lo efímero de la gloria y de la vida’.

Excelente anotación, como todas las tuyas; y, por mi parte, por no limitarme a esa breve apreciación, casi irrelevante por monótona, me permito incidir también con pocas palabras en esa poética imagen tuya sobre lo efímero de la gloria y de la vida.

¿Efímero? En ese día de mil trescientos años nacieron para vivir y para morir cincuenta generaciones de hombres, millones y millones de seres humanos. Y cada uno de ellos, independientemente de la suerte que le cupiera, para la inmensa mayoría nada halagüeña, vivió toda una vida, entera, completa por breve y desgraciada que fuera.

¿Efímero? Sobre la gloria, de acuerdo. Sobre la vida*, no tanto.

* Cuando Marco Aurelio tomó personalmente el mando de las legiones que resistían el embate de los bárbaros en los límites del Imperio, tras un día de lucha, a solas en su tienda, filosofaba y escribía ’Una araña, cuando ha capturado a una mosca, cree haber hecho quien sabe qué. Y lo mismo cree quien ha capturado a un sármata. Ni uno ni otro se dan cuenta de que son tan solo dos pequeños ladrones’. Pero al siguiente día reiniciaba el combate con los sármatas. Porque el filósofo, y aun el poeta son, ante todo, hombres sujetos al yugo de la vida por efímera que sea; en todo caso, más importante que cualquier filosofía y que toda poesía.

 
At 10:41 a. m., Anonymous Anónimo said...

"La indiferencia hacia la Ilustración inglesa ha envenenado intelectualmente a España y quizá a todo el continente."

Mi comentario va en la línea del de Wonka, pero respecto a la filosofía pura. En las facultades de filosofía de Barcelona no he tenido la más mínima dificultad en encontrar cátedras dedicadas a la filosofía llamada "anglosajona". Son a mi juicio lo más pujantes y de mayor fondo. Me dio clase incluso un profesor americano invitado, un curso de postdoctorado sobre las concepciones del tiempo.

Sus referencias (que no sus preferencias) son Ayer, Quine, Hanson, Lakatos, Kripke, D. Davidson, Frege.

Por cierto, que tienen un desdén que comparto por la filosofía "continental", esa de los grandes sistemas y la mucha palabra.

En fin, que tienes razón, pero, como siempre, quien quiere encontrar no tiene que buscar mucho.

Por cierto, que respecto a la ignorancia de ciertos personajes del pensamiento anglosajón tengo una anécdota curiosa con *tres* licenciados. Hice una rápida referencia a Malthus y su predicción acerca de las hambrunas: no sabían quien era. A mi me lo explicaron en en bachillerato, pero en fin...

Dodgson.

 
At 11:46 a. m., Anonymous Anónimo said...

Kantor, sería un placer poder leer más sobre la desconocida ilustración inglesa.

Séneca.

 
At 12:20 p. m., Blogger Kantor said...

Hola a todos: me alegro de que Wonka nos diga que los "Federalist papers" ya se estudian en la Universidad española. Todavía hay esperanza!.

La ignorancia sobre Malthus es particularmente triste, teniendo en cuenta que su modelo demográfico dio lugar al nacimiento del darwinismo.

En cuanto a recomendaciones sobre la Ilustración inglesa:

"La riqeza de las naciones" de Adam Smith
"Decline and Fall of Roman Empire" de Gibbon
"Democracia en America" de Tocqueville (este es frances, pero no lo parece)

Por último, maravillosa historia la de Marco Aurelio. La vida es tambien efimera; pero es lo que hay.

 
At 2:36 a. m., Anonymous Anónimo said...

Magnifico comentario, Kantor. Respecto al tema de la Universidad la verdad es que cuando estudiaba Derecho del Estado (en D Político I) de lo único que nos hablaron respecto a la ilustración inglesa fue de Locke. Realmente, toda la teoría sobre la construcción del Estado de Derecho nos la explicaban haciendo refencia a autores franceses. Y en Derecho Natural (filosofía del derecho) sobre esto dimos muy poco y, por supuesto, más de lo mismo.
Otra cosa es lo que me han contado de la licenciatura en Ciencias Políticas en donde en Filosofía Política sí le dedican más temas a autores como Hobbes (aunque depende del profesor). Sin embargo, en la asignatura de Teoría Política estos temas se tocan muy de pasada y, de hecho, me comentaron que algún profesor le dedica mucho más a Marx.
Es que pensaba seriamente en matricularme en segundo ciclo CC.PP para cuando acabe Derecho (espero que en septiembre) pero por lo que me comentan hay mucho progre y mucha corrección política en la mayoría de asignaturas y, además, hay menos asignaturas de economía de lo que pensaba (me interesa aprender economía entre otras cosas para debatir dignamente con vosotros; je,je). Pero esto es lo que hay.

Saludos y os seguiré leyendo con atención.

Pfl2.

 
At 3:16 p. m., Anonymous Anónimo said...

Kantor, cómo te definirías politicamente.

Como un utititarista paretiano.
Qué filósofos y economistas son los más que te gustan.

Séneca.

Gracias por adelantado.

 
At 5:17 p. m., Blogger Kantor said...

Utilitarista tecnocrata: (el criterio de Pareto es una pequeña herramienta intelectual, entre muchas).

Politicos:

Internacionales (solo siglo XX):

Roosvelt, Thacher, Clinton, Barak, Blair.

Nacionales:
Suarez, Aznar

Economistas:
Maquiavelo, Adam Smith, Walras
Samuelson, Arrow, Friedman, Lucas,
Hayeck, Buchanan.

Asi a voz de pronto.

 
At 2:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Buenas, hacía tiempo que tenía en mente la lectura de esta gran obra. Me gustaría que me aclarase alguien una duda al respecto. ¿Cuántas páginas tiene la edición original? Creo haber visto en alguna biblioteca esta Historia en varios tomos (creo que unos 5 o 6, no recuerdo) de 300 páginas cada uno. ¿Estoy en lo cierto? Porque la edición española referenciada se queda en 600, una dimensión muy escasa que no hace justicia a las expectativas que había generado en torno a la obra de Gibbon. Compárese con la historia de Mommsen por ejemplo.

Un saludo.

 
At 2:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Buenas, hacía tiempo que tenía en mente la lectura de esta gran obra. Me gustaría que me aclarase alguien una duda al respecto. ¿Cuántas páginas tiene la edición original? Creo haber visto en alguna biblioteca esta Historia en varios tomos (creo que unos 5 o 6, no recuerdo) de 300 páginas cada uno. ¿Estoy en lo cierto? Porque la edición española referenciada se queda en 600, una dimensión muy escasa que no hace justicia a las expectativas que había generado en torno a la obra de Gibbon. Compárese con la historia de Mommsen por ejemplo.

Un saludo.

 
At 11:32 p. m., Blogger Kantor said...

Si has visto el libro de Gibbon en Español(los seis volumenes)es una traduccion infame del siglo XIX.

En español solo esta una traduccion que extracta los mejores capitulos, y que es la que aparece en el post.

En ingles, Pinguin ha publicado le obra completa en tres volumenes,

El ISBN del tecero es:

0-14-043395-3

(Editado por David Womersley. Ten cuidado porque hay una versión extractada de esta edicion que es la que aparece citada en el post (en inglés). En todo caso la versión extractada tmabien es muy buena).

 
At 3:41 p. m., Anonymous Anónimo said...

En efecto, el capítulo XV de esta obra es extremadamente interesante para aquellos que quieran conocer el origen del cristianismo.
Yo lo he traducido y lo pueden leer en http://www.gamanel.cl/html/la_lectura.html
Eloy García

 
At 4:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

sois todos unos Friquis!!!!

 
At 4:06 a. m., Anonymous Anónimo said...

Muy interesante el blog y comparto la admiración por Gibbon. La edición original fue en 6 volúmenes en inglés. Después salieron en los más variados formatos en 12, en 3, etc.
No conozco la traducción española y francamente, no la quiero conocer. Uno de los encantos de Gibbon es su prosa que, por otra parte no es tan complicada para un lector latino. De hecho creo que debe ser más complicada para un lector anglosajón inculto.

 
At 12:44 p. m., Blogger Unknown said...

Buenos días,
Me interesaria comprar una edicion lo mas antigua posible de esta obra, en Ingles. Sabria alguien donde podría mirar?? Muchisimas Gracias.

 
At 5:42 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hace mucho tiempo que busco ese libro. ¿Dónde lo conseguiste?

 

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