EL Sistema Nacional de Dependencia
Por fin este Gobierno, que nos afligido con una vuelta a los privilegios territoriales feudales en España y un indisimulado apoyo a la ultraderecha religiosa del Islam a escala global, ha anunciado una medida que podemos caracterizar, para bien y para mal, de clásicamente socialdemócrata.
El Sistema Nacional de Dependencia consiste en una serie de políticas dirigidas a aliviar las cargas de las familias con uno o varios miembros en situación de dependencia (ancianos que no se pueden valer, sobre todo). El número de hogares en estas condiciones no ha dejado de crecer en España en los últimos años, conforme la esperanza de vida aumentaba, generando un problema social que solo se podrá agravar en el futuro.
La idea de que la sociedad se haga cargo de los riesgos no asegurables de los individuos es un resultado clásico de la teoría económica: un país relativamente rico puede y debe permitirse mantener cualquier esquema de seguro social que no incentive comportamientos irresponsables. En general la dependencia en la Tercera Edad es un riesgo de difícil aseguramiento privado (y más difícil para las clases más desfavorecidas) y es difícil creer que un esquema de seguro universal pueda generar ninguna dinámica perversa.
Es por tanto, más aun que el desempleo o la educación, un sector donde se dan las hipótesis de intervención estatal eficiente y yo personalmente doy la bienvenida a la idea de este Sistema Nacional de Dependencia. No estoy sin embargo en condiciones de evaluar las políticas concretas que ha propuesto el Gobierno. Diré sin embargo lo que la teoría económica ortodoxa recomienda en este caso:
1.-El Estado, que puede redistribuir y debe regular, no puede ni debe producir.
En efecto; el Sistema Nacional de Dependencia tiene muchas papeletas para convertirse en una enorme burocracia, prestataria ineficiente de servicios a la Tercera Edad, a cargo del contribuyente. Una forma de medir la calidad del sistema es medir el número de funcionarios por unidad de presupuesto. Ojalá que tienda a cero.
2.-Ayudar a la sociedad civil a hacer mejor lo que ya hace bien. La familia sigue siendo el primer prestatario de seguro social del país. A veces anda corta de presupuesto y precisamente los subsidios contingentes en el nivel de dependencia y renta son la forma más cómoda de ayudar a las familias. Ellos conocen sus necesidades y pueden comprar en el mercado los inputs (especialmente trabajo) que necesitan para ayudar a los dependientes. La familia no necesita un burócrata en su casa, sino (eventualmente) un empleado.
3.-Iniciativa empresarial y apoyo al I+D privado. La gestión de la Dependencia tiene economías de escala, y las mejoras tecnológicas pueden mejorar la calidad de vida de muchos individuos con gastos limitados. Pues bien: no es necesario subvencionar estas mejoras: si el sistema de redistribución a favor de las familias con dependientes funciona, ellos mismos buscarán en el sector privado las tecnologías y servicios que necesitan.
Solo queda un punto que tratar acerca del Sistema Nacional de Dependencia:
Ejem...¿Cómo lo vamos a pagar? El Gobierno reconoció que no lo tenían muy claro… esta es una constante en la acción de este Gobierno.
La mejor forma de financiar gasto público en un lugar, es quitarlo de otro. En los comentarios espero propuestas de reducción de gasto público para dedicarlos al Servicio Nacional de Dependencia. Yo os voy a dar mi opinión:
Privatizando (que no desmontando) el Estado del Bienestar.
¿Hospitales Públicos? No, Hospitales privados, subvencionados y regulados
¿Escuelas Públicas? No, cheque escolar
Y no solo eso: más seguridad privada, más outsorcing en la Administración, menos funcionarios, y más administración electrónica.
En todo caso en esta medida, ambiciosa y relativamente bien diseñada (hasta donde llega mi conocimiento) intuyo la mano siempre diestra de Solbes. Una vez más, en pugna constante con las tendencias demagógicas y nihilistas de sus propios conmilitones, los economistas del PSOE se consolidan como la única fuerza constructiva de la izquierda española. Que buen vasallo, si hubiere buen señor.
PD.- Egócrata tambien lo defiende: supongo que mis co-bloggers liberales empezarán sus posts de crítica así: "Los socialistas de todos los partidos...". Pero quizá deberían empezar refutando el post sobre seguro social y Estado del Bienestar.